lunes, 16 de diciembre de 2013

Densidad

Entre el 2 y el 6 de diciembre participé en un encuentro de ciencias de la literatura organizado por el programa de doctorado de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Este tuvo lugar en el Museo de Arte de Rio. El tema de mi ponencia fue De cómo convertir un diagrama de obra en hipótesis de trabajo en el sector cultural. Obviamente, a partir de la experiencia de encuadre y montaje de la apertura del Parque Cultural de Valparaíso. Ya era extraño que el tema interesara a gente que trabaja en ciencias literarias. Pero no es de extrañar, por el peso de la transversalidad en los estudios de postgrado de algunas universidades brasileras. Más aún, si el encuentro tenía lugar en el Museo de Arte de Rio.



Lo primero que sorprende al llegar al museo es un afiche de promoción en que se pregunta: ¿Cuál es el papel de un museo en la economía simbólica de la ciudad? Hay otras preguntas asociadas, tales como ¿Esto es un museo pegado a una escuela, o es una escuela pegada a un museo? Es decir, el museo se plantea como un dispositivo educativo de excepción.

Todas estas preguntas no sorprenden al saber quien es el director del museo. Se trata, sin más, de Paulo Herkenhoff, quien fuera el curador de la XXVIII Bienal de Sao Paulo (1997): Historias de canibalismo y antropofagia. En esa ocasión, me invitó a trabajar y me encomendó la tarea de montar una exposición de Roberto Matta, que centré en torno al período 1939-1949.

Lo que aprendí trabajando con Paulo Herkenhoff fue a meditar el método. Meditatio es una palabra que ya está presente en los estoicos y su valor de reflexión atenta, de preocupación penetrada, retoma un valor excepcional desde el griego mélétaô, que es tomar cuidado, estudiar, cultivar. Es la definición de curatoría. cuidar, tomar a cargo. Poner en movimiento el espíritu, entrar en su manera, en su vía. Que son los dos aspectos que podemos encontrar en el método. Todo esto lo plantea J-L. Nancy en un corto ensayo sobre el método que desde las singularidad modula, modeliza y modifica lo universal. Valparaíso es nuestra singularidad. Desde ésta es posible pensar lo universal del patrimonio, por ejemplo, como uno de los complejos que da forma a las condiciones del imaginario local.


Cuando Paulo Herkenhoff pensó en el eje de la XVIII Bienal se hizo la siguiente pregunta: ¿cuál ha sido el momento de mayor densidad del arte brasilero? Y definió ese momento a partir de dos acontecimientos: la semana de arte moderna del 22 y la publicación del Manifiesto Antropófago (Oswald de Andrade, 1928).

Cuando pensé en la hipótesis de apertura del Parque, me hice una pregunta similar: ¿cual es el momento de mayor densidad en el imaginario contemporáneo de Valparaíso? Esto es lo que le debo a Paulo Herkenhoff; el haber aprendido a formular esa pregunta.

El día de hoy presento en el Museo Castagnino-MACRO de la ciudad de Rosario el libro Escritura Funcionaria, editado por Curatoría Forense y que reúne los textos escritos entre febrero del 2011 y octubre del 2013 relativos a la montaje de las hipótesis que me han permitido convertir el estudio de la densidad porteña en política de programación. 

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