lunes, 26 de mayo de 2014

INVESTIGACIÓN DE IMAGINARIOS LOCALES

Las Chullpas son construcciones funerarias. Los aymaras las construyeron para proteger la imagen de sus antepasados y para educar a sus herederos sobre los ritos funerarios presentes  hasta nuestros días.  Cuando una mujer caminaba con su hijo cargado en la espalda junto a una chullpa, no le daba la cara y hacía todo ese tramo dándole la espalda al monumento.  De lo contrario, el niño sufriría de constipación.  

En el 2009, Rodolfo Andaur, joven curador iquiqueño, montó  Proyecto Chullpas en Colchane,  donde invitó a participar a Jo Muñoz, artista visual que actualmente reside en Valparaíso.   La artista aprendió a tejer en telar a través de una mujer aymara, Vilma Mamani Choque, original de Colchane (frontera con Bolivia), quien ha tenido que abandonar su tierra. Juntas tejen y crean el imaginario de un “chullpas” guiadas por el relato que Vilma conserva desde su infancia en el altiplano. El trabajo es registrado en video. El enfrentamiento de dos mujeres con experiencias distantes pero que se cruzan bajo una misma lógica. Un quehacer sin necesidad, donde la artista se dispone a aprender y recibir todo aquello que sirve de material para su posterior producción artística.

El tema es que la mitología de la chullpa indicaba que ese espacio  conducía,   transportaba a otro estado espiritual y territorial. La persona sepultada en la chullpa pasaba a otro estado.  De un modo análogo, muchos artistas de Iquique comenzaron a desarrollar la hipótesis de cambiar de estado.  

Cambiar de estatuto, en el arte, en la cultura, pasaba  por revelar el valor de un rito de paso.  Lo cual quedaba sometido a la máxima literalidad en la cercanía de la frontera. Entonces, había que hacer el ejercicio de montar una exposición que durara solamente un día y que fiera parte, por ejemplo, de un espacio no-artístico: pongamos, una feria en Pisiga-Colchane.   

!Que mejor que formar parte de la feria armando una exposición  con una artista en residencia, que generaba un producto instantáneo donde la lectura desde el Estado es siempre arriesgada! Y la posición desde el Estado estaba desde ya habilitada por el hecho de proceder de un concurso Fondart, que legitimaba su condición de artista. No había otro modo. La frontera del arte se pondría en tensión en la frontera de las lenguas y, sobretodo, de las traducciones de  contrabando.

Pues bien: este es un caso de realización de un proceso especifico de investigación de un imaginario local. 

El julio del año pasado, Rodolfo Andaur programó en el Parque Cultural de Valparaíso la visita de Ute Meta Bauer,  curadora alemana que trabajaba en ese entonces en el MIT, pero que desde hace un año es directora del Centro de Arte Contemporáneo de Singapur. Estuvo acompañada por Jose Falcone, poeta peruano, que trabaja en Harvard y Rossel Messeguer, fotógrafa española, que meses después presentaría en la Biblioteca del Parque su libro  

El propósito de dicho encuentro era hablar de lo que significaba  en Valparaiso trabajar en arte contemporáneo con el escenario del Parque Cultural como dispositivo de aceleración crítica.  Para que entiendan los operadores políticos que me combaten, en su función de centro cultural y de centro de arte, el Parque se define como un dispositivo de investigación del imaginario local. 

Para seguir abordando este tema, ahora, en junio, habrá otro encuentro.  Vendrán Lorenzo Sandoval, artista visual español, e  Ignacio Acosta, artista visual chileno radicado en Londres. Estaremos, además, Rodolfo Andaur y quien escribe, con la colaboración y auspicio del área de artes visuales del CNCA. 

En lo que a mi respecta, hay  prácticas rituales (sociales) que resultan ser más consistentes  que muchas acciones reguladas de arte contemporáneo.  Por eso partí haciendo referencia a las chullpas, como espacios rituales que nos pueden decir algo más de las prácticas de arte como dispositivos relacionales.  En esta lógica, lo que primero se pone en juego es la noción de exposición. Lo cual permite, en el Parque, operar programas que combinan  momentos de afirmación convencional con momentos  de aceleración.  Esto quiere decir que se  abre la discusión hacia la viabilidad de  estrategias  editoriales como sustitutos eficaces para configurar espacios de producción en zonas deflacionadas.

Ahora bien: Rodolfo Andaur  forma parte del workshop de curadoría desarrollado por el equipo  de la XXXI Bienal de Sao Paulo.  Pero antes, había estado en un viaje de trabajo que lo condujo a Turquía, a Kurdistán y a  Irán.  De eso va a hablar en junio próximo. 

Los xenófobos locales ya se estarán preguntando: ¿Y esto  que tiene que ver con Valparaíso?  Lo primero que hay que decirles es que  no se debe  olvidar la vieja máxima de los poetas de Amereida: todo se edifica desde la palabra.  

Realizar un viaje a Kurdistán es hacer un viaje a la fuente de la palabra. Kurdistán es -por el momento- tan solo una palabra, poética, asignada a un territorio.  No hay artes en sentido occidental, ni clásico,  ni contemporáneo.  Algo similar palnteaba Catherine David hace unos años atrás al tener que localizar el arte contemporáneo palestino. A su juicio, el arte contemporáneo palestino estaba en el cine palestino. 

Lo que descubrió Rodolfo Andaur en su viaje fueron  relatos sobre Kurdistán como posición in-inscriptible en el mapa diplomático de las lenguas. Lo vuelvo a repetir: solo existe en la lengua y por la lengua. No es una nación, no es un Estado, pero existe en el lenguaje, en el relato de una historia in-reparable. Es entonces cuando me viene a la memoria la frase acuñada por el artista québecquois, Gilles Vignault: tenemos un territorio, no tenemos un país. En efecto, tenía el país de la lengua y por eso podía cantar voilà le pays que j´aime.  


Si Valparaiso es la palabra, entonces, pensemos en que probablemente  haya demasiada imagen. Es preciso re/traerse a la palabra. Un momento. Es tan solo una hipótesis de trabajo.  De todo esto hablaremos en junio próximo, en el Parque Cultural, como una apertura a la forzada editorialidad de los espacios de arte contemporáneo. 

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