jueves, 23 de junio de 2016

CARA TATUADA


Un amigo me remite el siguiente párrafo, recuperado del Facebook del Pacto La Matriz o de gente vinculada a  éste. Resulta sorprendente el tipo de observación, ya que si esta va a ser la tónica del debate, entonces están totalmente fuera de punto y no  representan la perspectiva crítica de muchos de sus miembros. 

Transcribo el párrafo:  "En TV, hace ya un tiempo, dieron un reality de la familia de DJ Méndez: su pareja, una hija, un hijo, los amigos, todos los días en pantalla.
En un capítulo, el hijo está de cumpleaños (unos 16 años o algo así), DJ lo lleva a una gran tina de casa con espuma y descorcha un champagne para ambos en el agua. "Y ahora viene lo mejor hijo", sale de la tina y vuelve con una prostituta en bikini cuyos servicios ha comprado de regalo para su niño en casa, en pantalla para todo Chile.
Ese señor DJ es el candidato a alcalde de la coalición de gobierno para enfrentar los gravísimos problemas que vive VALPO.
"

Lo que se pretende demostrar es que, en primer lugar,  un tipo así NO PUEDE SER aspirante a alcalde de la ciudad, y que en segundo lugar, el Pacto La Matriz posee dicho mérito por autoproclamación.  Tiene que haber una manera más eficaz de debatir con DJ Méndez.  Este mensaje, por cierto, está destinado a horrorizar a los habitantes del barrio, anunciando el arribo y la progresión de la barbarie.

Por de pronto, la barbarie está en la televisión. Entendemos que los patrimonialistas detestan la televisión no-universitaria, porque no se remite a los orígenes.  Luego, asumen la posición que hubiera defendido Monseñor Tagle Covarrubias, en defensa del matrimonio.  Pero le hacen un enorme favor a DJ Méndez, porque lo declaran IRRUPTOR; es decir, en un  TRANSGRESOR DE LA MORAL BURGUESA. Porque en este terreno, DJ Méndez no realiza ningún acto punible ni criminalizable, al menos en la televisión. No ha sido objeto de ninguna acción judicial, como Pinto, que se salvó solo por un tecnicismo jurídico.  Nuestros amigos del Facebook en cuestión no han dicho una sola palabra, en público, al respecto. Ni tampoco, que yo sepa, han hecho objeción alguna ante el afiche de un candidato que reproducía el trasero de una persona y que hacía acompañar de la siguiente inscripción: “presta tu voto”.

El más sencillo juego de esta homofonía parcial produce el deslizamiento pseudo dada que consiste en asociar las palabras “voto” a “poto”. El recurso, en verdad, es gagá. Pero reviste una cierta gravedad, cuando habla del tipo de compromiso político al que alude.  Porque apela a un  tipo de préstamo de conveniencia que se asocia a un acto de prostitución. Lo cual es una advertencia a sus aliados políticos, en cuanto a señalar de manera ostensible  que la lealtad tiene un precio.  ¡Uf! Yo no quisiera a ese señor de aliado!  La cuestión del préstamo, entonces, hace que la fidelización de la política dependa, nuevamente, del fantasma de sodomía. No importaría que le usaran el “voto (poto)”, a condición de una prebenda suficientemente acorde con la naturaleza del compromiso.  Lo menciono in extenso porque insisto en que este tipo de alianza fomenta la “prostibularización” de las relaciones políticas y desnaturaliza la memori gráfica de la Unidad Popular, al banalizar su referente original. Me refiero al afiche que fue impreso por una oficina del gobierno, en que había un joven y una joven, tomados de la mano, desnudos, que avanzaban, tomados por la espalda, con un pie de página espectacular: “Mañana es el primer día del resto de tu vida”. 

Claro: que esta memoria gráfica haya terminado referencialmente en la f®ase “presta tu poto”, resulta de una picantería máxima.  

Este hecho  que he mencionado me parece más grave que el relato que desde La Matriz se hace de la iniciativa de DJ Méndez.  No he sabido de ninguna observación crítica respecto de este afiche, que ya pertenece a olvidables procesos de campaña anteriores.  Sin embargo, DJ Méndez al realizar la escena de la tina, no hace más que reproducir en ese formato lo que ya ha sido sancionado estéticamente por el cine chileno. Justamente, una de las escenas más decisivas de la película “Julio comienza en Julio” reproduce la visita que hace el patrón del fundo al burdel rural, para iniciar a su hijo con una prostituta, en el día de su cumpleaños.

Por lo demás, esa era una práctica habitual del patronato oligarca, que encontramos, magistralmente problematizado en “El lugar sin límites” de José Donoso.

La denuncia implícita que hace La Matriz al actuar  “indecente” de DJ Méndez, omite el hecho que en los códigos de este hombre y de su entorno, una iniciativa de este tipo es altamente valorizada porque pone en escena el estreno de la virilidad de su hijo.  Es como una tragedia griega: ¿le responderá? ¿Y si no le responde? DJ Méndez declara que no por eso dejará de ser su hijo. Listo: se re/compra simbólicamente, porque en el extremo de su “machismo”, puede “maternar” a otro.  Es decir, es tan “machista”, que puede ser “madre”.  No presta el Verbo. Esa es la gran diferencia.

Y nótese la falta de cuidado del Facebook de La Matriz.  Delata al “indecente” que se mete en una tina con espuma.  Aunque lo que hace es repetir proyectivamente otra escena del cine: “Scareface”.  Hay que entender que esa es otra  “face” que DJ Méndez  les sugiere,  simbólicamente amenazante,  sin el menor esfuerzo, porque ya la historia de los medios le ha proporcionado  los recursos narrativos.  El no se sitúa en la posición de un “cara cortada”, sino en la de un “cara tatuada” que exhibe en su propio rostro  las marcas del costo –simbólico y real- que ha pagado para estar donde está.

Esta noche, DJ Méndez es el invitado estrella en Kamaleón (Kramer).

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